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Asunto: averiguar parentezco
Hola. soy juan puglisi de CSan Luis y quisiera saber si tenes parientes en esta ciudad. Soy hijo de Antonio Puglisi y Margarita Guzman- Si es así me gustaria poder comunicarme con Udes a la brevedad. Mi correo es: jdpugli@ahoo.com.ar -Un abrazo-Juan
Asunto: Historias de la Pelota Paleta
Me gustaria que los que tengan, cuenten historias relacionadas a la Pelota Paleta, un deporte muy completo que deberia tener mas tracendencia, para los que quieran comunicarse les dejo mi E-mail danielalbertojaime@hotmail.com.Asunto: Vieja Historia dee uno de los mejores Jugadores
Sobre una de las esquinas de A. P. Bell y San Martín, durante casi medio siglo, existió uno de los lugares más tradicionales de Trelew: la Cancha Vieja.
Ofrecía servicio de bar, restaurante y alojamiento.
Su nombre se debía precisamente a una cancha de pelota a paleta construida en hormigón -paredes y piso, con su lateral izquierdo parcialmente abierto.
Por ese lugar ingresaban los jugadores, y el público podía seguir los partidos, y era también el sitio donde los jugadores habilidosos hacían picar la pelota para que se fuese de la cancha, dificultando o haciendo imposible su devolución por parte del contrario.
Su parte superior estaba cubierta con alambre tejido a fin de evitar que las pelotas excesivamente altas se fuesen de la cancha. Con una larga vara se golpeaba el alambre para que este dejase caer las que quedaban allí aprisionadas. Varias lámparas con sus respectivas pantallas colgaban del alambre tejido, posibilitando practicar el deporte cuando ya no había luz natural.
La pared del fondo estaba cubierta de azulejos, recuerdo de una época anterior, cuando allí funcionaba la carnicería de un tal Lacunza.
Sobre el lateral que daba a la calle San Martín existía una puerta que facilitaba el acceso a la calle sin necesidad de pasar por el bar o por el sector de las habitaciones.
Junto a la cancha había un tinglado, donde solían acomodarse peones y esquiladores cuando andaban escasos de dinero.
La clientela era de lo más heterogénea.
Abarcaba desde la gente de campo, y modestos empleados, hasta destacadas figuras de la ciudad, profesionales y funcionarios influyentes.
Los memoriosos del Trelew de aquellos años cuentan anécdotas e historias que ocurrieron en la Cancha Vieja.
La que sigue es una de ellas, y transcurre en los últimos años de la década del treinta, mas precisamente en el año l.938.-
EL EVANGELISTA.
El recién llegado tenía toda la apariencia de un hombre de campo: gorra vasca, campera, bombacha y alpargatas.
Pidió una habitación en el hotel ” Vascongada” del vasco Esteban Urdampilleta, ubicado en 9 de julio y Rivadavia, que además tenía como anexo un restaurante, llamado precisamente “Los Vascos.
Ya en su habitación, acomodó sus pocas pertenencias en el armario, entre ellas, un par de zapatillas blancas y una paleta marca “Guastavino”.Preguntó si había algún lugar para jugar a la paleta, le indicaron el único que había, y allí se dirigió con sus ropas de hombre de campo.
El lugar estaba repleto ese sábado al mediodía.
A la clientela habitual de la Cancha Vieja, se sumaron varios curiosos amantes de la pelota a paleta. El partido prometía ser bueno.
Una de las mejores parejas de Puerto Madryn- Giménez y Nogueira- enfrentaba a la pareja local integrada por Bracco y, el “Chanchero ” García.
Mientras se hacía la hora del partido, los parroquianos tomaban unas copas, jugaban al ” cacho” en el mostrador o al codillo y el truco sobre las golpeadas superficies de las mesas. Por supuesto, hacían sus apuestas.
Dionisio Pagola, el dueño, se esmeraba por atender a todos.
En una de las mesas, estaban unos de sus clientes más notables: los escribanos Oroquieta y Martínez, el doctor Varela Díaz y el odontólogo Rentería Beltrán. Acostumbraban reservar cancha los domingos por la mañana, y después del partido, saboreaban un aperitivo en el bar.
En el comedor, los comensales disfrutaban de la buena cocina de doña Galilea, que siempre reservó sus mejores platos y sus más profundos afectos para Eduardo Almada, a quien crió y cuidó como un hijo desde muy chico. Por esos años, Eduardo Almada se desempeñaba como “canchero” del lugar.
Y por supuesto, estaban los jugadores: Herminio González, el “hojalatero”; Alcaraz, repartidor de La Anónima y uno de los que mejor pegaba de revés; Julio Santos- casado con una hija de Pagola; el “Negro” Apolinar; Manuel Chasco; el “Cabezón” Flores; los hermanos Krebs -Enrique y Eugenio; Agustín González; Ignacio Goldaracena- gran pegador; el hijo del dueño, Juan Pagola, Washington Sacarano y los protagonistas del partido de ese día.
Dos de los nombrados, el “Chanchero” García y Scarano dejarían muy buena semilla: sus hijos “Paco” y unos años después Dardo Scarano , figurarían entre los pelotaris más destacados de la zona.
EL PARTIDO
Los jugadores paleteaban para entrar en calor, mientras el público ocupaba su lugar sobre el lateral izquierdo de la cancha, que se encontraba abierto.
Para sorpresa de los locales, el primer partido, en final muy apretado lo ganaron los visitantes: 30 a 28.
El recién llegado seguía atentamente el desplazamiento de los jugadores, callado, limitándose a aplaudir las mejores jugadas.
En la revancha, García y Bracco mejoraron su nivel de juego y lograron imponerse.
Después de un breve descanso, y ante la ansiedad del público se jugó el bueno: para alegría de los locales, García y Bracco se alzaron con el triunfo, un trofeo, y unos pesos que ellos mismos se habían apostado a ganadores. Después todos se trasladaron al bar, mientras continuaban los comentarios.
Algunos se acercaron al mostrador a pagar las “vueltas” que habían perdido apostando a la pareja de Puerto Madryn, otros a festejar, y unos cuantos, por el simple placer de tomar.
El hombre con apariencia campesina, se acercó al “Chanchero” García, y estirando su mano derecha, le dijo.-
“Lo felicito señor, jugó muy buen partido”.
“Muchas gracias amigo, tómese algo”, dijo García.- ¿Con quién tengo el gusto?
“Evangelista, Mariano Evangelista, señor.- Ando de paso y como algo le hago a la paleta…la verdad, me gustaría jugar un partido con usted”.
Y se armó el partido para el domingo al mediodía, mano a mano, García con el tal Evangelista. Las reglas que acordaron con Eduardo Almada, que haría de juez, fueron: a treinta tantos, con derecha libre, sin zurda, pactándose en treinta pesos la apuesta.
El visitante debía tenerse fe, porque “por afuera” se jugó unos pesos más.
El domingo se juntó gente, curiosos en su mayoría que querían ver cómo jugaba el Evangelista.Y no fueron defraudados.
El local y el visitante jugaron un excelente partido, muy parejo. Al promediar el mismo, pese a que el tanteador le era adverso -l8 a 15 ganaba García,- el Evangelista se le acercó y le dijo;” Pago treinta
pesos mas”.
García ni lo pensó: “Pago” dijo sin titubear. La apuesta casi significaba el sueldo de un mes de aquellos años.
Y quedó para el visitante: logró imponerse por treinta a veintisiete.
Entre los espectadores, Tirso Fernández lamentó su suerte; le tenía una fe ciega a García, y había jugado buena plata a su favor. Como buscando consuelo en su vecino, preguntó: “¿A usted como le fue, doctor?.
Jorge Galina, que años después sería el primer gobernador de la Provincia, contestó: “Bien, yo le jugué unos pesitos al tal Evangelista, me parece que juega muy bien ese hombre”.
García se dio cuenta que su rival era un buen jugador, pero su orgullo y la confianza que tenía en sus propias condiciones pudo más. Pidió revancha, e impuso las reglas. “Yo libre y usted sólo con derecha, a treinta tantos y vamos por los sesenta que me ganó”.
Mariano Evangelista pensó que podía dar esa ventaja: él pegando sólo con la derecha y su rival con ambas manos, y aceptó.
Ambos volvieron a jugar brindando un excelente espectáculo y un partido parejo.
A los veinte tantos -partido empatado,- Evangelista propuso treinta pesos más; era mucha plata, pero García no podía decir que no.
El resultado final, treinta a veintiséis, a favor del visitante. El malhumor de García era notorio, su orgullo y la presencia de sus seguidores lo impulsaron a buscar el desquite en un tercer partido, pero con condiciones más exigentes para el rival.
“Usted de zurda, sin revés, y yo libre” propuso en tono desafiante.
No sabía, no podía imaginar, que se estaba enfrentando a la mejor zurda del país.
Mariano Evangelista reguló el partido a su antojo, y se impuso con comodidad, volviendo a incrementar sus ganancias. Por su parte, García no tenía consuelo: nunca le habían ganado de esa manera.
La fama de Mariano Evangelista comenzó a crecer en Trelew.
En los días siguientes jugó con otros pelotaris, solo o en pareja con alguno de los jugadores locales: Herminio González, Ignacio Goldaracena, Alcaraz, entre otros. Incluso perdió algunos partidos, en los que se jugaba por nada o a lo sumo por el ” vermucito”.
Esto hizo que surgieran nuevos desafíos, por unos buenos pesos, y entonces la suerte parecía estar siempre con el visitante.
Todos se dieron cuenta que estaban en presencia de un verdadero fenómeno, pero les llevó algo de tiempo y mucho dinero darse cuenta de ello.
¿Quién era en realidad ese hombre?
La respuesta la encontró Eduardo Almada en la revista “El Gráfico” de un tiempo atrás. La foto mostraba el rostro de Mariano Evangelista, uno de los mejores pelotaris del país, considerado por los entendidos como la mejor zurda que se había visto en una cancha.
Por aquellos años, no era posible vivir como profesional de la paleta, salvo que se optase, como lo hacía Mariano Evangelista, por salir de “busca” por el interior del país, donde no se fuera conocido, y jugar por dinero, como era costumbre en esos tiempos.
Enseguida se corrió la voz, y gente de Madryn, Rawson y otras localidades viajaron a Trelew, para verlo jugar. Se cobraba un peso la entrada y la cancha se llenaba.
El Evangelista comprendió que era tiempo de ir haciendo su modesta valija y partir hacia otros rumbos, donde no lo conocieran, y poder seguir ganándose la vida con lo que mejor sabía hacer: jugar a la paleta.
Antes de partir, realizó verdaderas exhibiciones: ya no tenía necesidad de ocultar su talento, de jugar a media máquina. Y la Cancha Vieja fue el escenario donde este verdadero artista de la paleta desplegó toda su sapiencia.
Cuentan los memoriosos que el solo le ganó a una de las mejores parejas de Trelew: “Chanchero” García y Juan Pagola: enfrentó a rivales jugando con su mano izquierda atada ala espalda, o pegando únicamente de revés y su oponente libre; o pegando con el “canto” de la paleta, o reemplazando esta por una botella.
Una de las variantes más festejadas consistía en poner una silla en la cancha, hacia la mitad de la misma, donde tenía que sentarse antes de devolver la pelota, y aún así era imbatible.
Los que alcanzaron a verlo jugar dicen que no hubo nadie como él.
Volvió tiempo después a Trelew, en viaje hacia el sur.- Incluso comentó que tenía ganas de quedarse por la zona. Lo cierto es que cada vez le resultaba más difícil vivir de la paleta, su fama había llegado a todas partes, y había pocos rivales dispuestos a enfrentarlo.
Empezó a probar suerte con los naipes, pero no pasó de ser un discreto jugador de póquer.
Unos años después, en San Julián, allá en el sur, se apagó la estrella de Mariano Evangelista.
Después de una noche de naipes, alguien que había perdido buena plata, pensó que no sólo la suerte había favorecido al Evangelista en el juego, y lo mató de un balazo.
La Cancha Vieja, escenario de sus hazañas, ya no existe. La mató el tiempo.
F I N.-
Si les Gusto mas adelante les cuento su paso por Puerto San Julian
Asunto: el EFECTO
hola a todos, les comento que hace un par de años que empece a jugar a este hermoso deporte, gracias a mi viejo que jugaba. lo que quisiera, es que alguno me enseñe o explique como se hace para darle mucho efecto a la pelota, xq vi un par de partidos de 1a y es impresionante!!!!!!gracias!!!!
Asunto: Pelota a mano
Les mando este mensaje para hablar un poco de pelota a mano. Cuando vine, tuve la suerte de encontrar a una cuadrilla fenomenal(la cuadrilla del Laurak bat de Bs), y la verdad k haber podido jugar a mano en Argentina fue espectacular. Tambien, con el club del laurak bat e Buenos Aires, jugamos un torneo en ¨Parana.Pero, me di cuenta que no habia mucha gente interesada por esta especialidad. En euskadi, la pelota mano es el deporte REY!!!Por eso, les queria preguntar sus sentimientos sobre este deporte, y si tienen algunas explicaciones para explicar el poco carino k le tiene la gente??Sera demasiado difícil? Faltan entrenadores de clase?Cuando veo el nivel de los chicos del laurak, k solo practican desde unos 10 anos, k no tienen ninguna formacion(aprendieron solo) me digo k hay mucho para hacer!!!