Este partido comenzó muy parejo, Ragazzoli, Andrada y Barreiro se colocaron bien en la cancha y ya para los 4 tantos jugados Andrada había metido dos tambores con tronco. Franco siempre con su solvencia de zaguero aguanto todo y Reidelbach de delantero se defendió bien. A medida que transcurría el partido el trío se fue afianzando en la cancha Ragazzoli tapaba todo, Andrada ganaba los tantos y Barreiro de último no perdía ni una pelota y para colmo cuando le quedaba entregada tirana algún tambor, con todo esto pudo sacar una ventaja considerable de 16 a 10. En ese momento Franco decidió pasar a jugar de delantero y fue entonces cuando el partido dio un cambio rotundo. Reidelbach le imprimió mucha potencia desde atrás y Marcelo Franco asombró con su puntería ya que se canso de meter tambores con tronco, cacerolas y cortadas. Para los 22 tantos estábamos igualados en el marcador y decidieron alargar el partido a 30 tantos, en un final apasionante se impuso la yunta por 30 a 26. La revancha estaba pactada de ante mano en 1 tanto de ventaja y decidieron jugar la revancha a 20 tantos ya que por las características de la cancha los partidos se tornan muy largos, ya que como verán en la foto son dos paredes largas y con rebote de tejido. El trío saco una leve ventaja de arrancada pero enseguida el marcador se igualo en 8 tantos. Desde ahí fue todo para la yunta se que superaron con bastante facilidad al trío, estos decidieron cambiar de posiciones para intentar un acercamiento y Barreiro paso a jugar de medio, pero nada pudieron hacer ante la puntería de Franco y la potencia de Reidelbach. La revancha termino con un marcador de 20 a 13.