-Las instalaciones, sin duda. La mayoría de la gente que forma la selección española es gente que trabaja y que se han cogido cinco días de vacaciones para poder viajar antes a México para aclimatarse y probar las instalaciones. Es un gran esfuerzo, más los gastos que esto conlleva. Y cuando llegamos allí, las instalaciones estaban sin terminar, la competición de trinquete se retrasó dos días, los partidos de cesta punta que estaban previstos para el día de la inauguración no se pudieron jugar... En nuestro caso, comenzamos a jugar partidos importantes, sobre todo de trinquete, sin haber probado las instalaciones, con luz deficiente y un suelo muy limitado. Ha sido una pena porque al final los protagonistas de toda esta historia son los pelotaris y al final los grandes perjudicados han sido ellos porque su rendimiento se ha visto muy limitado."