Antes de su presentación hubo diversos partidos entre jugadores locales y de la zona, donde sobresalió el anunciado choque mano a mano entre el moquehuense Ezequiel "Terito" Álvarez y el Carmeño Juanchi Iannitto, definido en forma fácil por el visitante, que en el primer parcial se impuso 20 a 10 y en la revancha (donde cedió los saques) volvió a ganar por 20 a 16.
En el partido principal Rodrigo "Pollo" Tiberi y el local Guillermo García se medían con Javier Nicosia y Claudio Olaizzola, de Lobos, y el espectáculo brindado hizo que los presentes aplaudieran en numerosas oportunidades.
Nicosia, jugando de zaguero, recurrió a toda la gama de golpes para intentar desacomodar a sus rivales, pero García aguantaba todo de atrás y "el Pollo" estaba muy acertado y tenía a maltraer a Olaizzola, que se notaba incómodo en este tipo de cancha. Luego de estar 13-14 en el parcial, Nicosia en su ímpetu por definir se fue a mala en dos pelotas seguidas, lo que fue capitalizado por sus rivales para alejarse en el marcador e imponerse por 25 a 16. Luego de debatir por espacio de media hora, se decide dejar ingresar al Suipachense Emiliano en lugar de Olaizzola para la revancha, y el trámite en el inicio no varió demasiado: García seguía muy prolijo y Tiberi estaba brillante en la definición, logrando un parcial de 10 a 2, para luego ponerse 14 a 6 y cuando todo hacía suponer que era doblete cantado, Nicosia pasa a jugar de delantero y con potencia e inteligencia logra arrebatar el partido. Con numerosos palillos (incluso uno de aire) que deleitaban al público logró ponerse 14 a 16 cuando se produjo la jugada de la polémica: un levante de Tiberi se abre luego de dar pared y rebote para el lado de la gente, cuando Emiliano la va buscar acusa que es molestado por el público y pide vuelta como se había acordado de antemano, naciendo una discusión que no tuvo fin y motivó la suspensión con resultado inconcluso. En el momento de mayor tensión dentro de la discusión, Tiberi y un espectador que había apostado por sus rivales casi se toman a golpes de puños. Todo en medio de un griterío entre lo protagonistas y ante el reclamo del público que pedía que el partido continuase, porque hasta ese momento los ojos estaban llenos de buena paleta. Lamentablemente, no hubo acuerdo y el espectáculo tuvo un final que no merecía.